En estas fechas en que hemos podido cerrar un año tan duro, difícil y doloroso como ha sido 2020, en primer lugar quiero dar Gracias a Dios y Ntra. Sra. Sta. María por haber podido llegar al final del mismo con salud y afrontar con esperanza este nuevo A. D. 2021.
Esperanza, digo, pues como bien dice el Quijote en su capítulo XVIII y hace muy poco me recordaba un Freire de Santa María de España:
"... Sábete Sancho, que todas estas borrascas que nos suceden son señales de que presto ha de serenar el tiempo y han de sucedernos bien las cosas, porque no es posible que el mal ni el bien sean durables, y de aquí se sigue, que habiendo durado mucho el mal, el bien ya está cerca."
Quiere este breve mensaje apoyarse en cinco ideas fundamentales: recuerdo, agradecimiento, responsabilidad, heroicidad y lealtad.
RECUERDO, porque no podemos olvidar a cuantos nos dejaron en este pasado año 2020, tan duro para todos. A todas la personas que ya no están físicamente con nosotros, que sufrieron esta dura pandemia y fueron víctimas de la misma o de sus coyunturas, porque siguen presentes en nuestro recuerdo y siempre lo estarán.
AGRADECIMIENTO, porque tampoco podemos olvidar a cuantos profesionales han empeñado y siguen empeñando su vida en el ejercicio de su profesión para protegernos, para acompañarnos, para cuidarnos. Y si bien este pasado año las circunstancias han obligado a posponer la Ceremonia de reconocimientos de la Orden, con su entrega de Cruces y Grandes Cruces, ojalá la llegada del buen tiempo nos permita celebrarla en todo su esplendor, porque las personas que van a recibir las mismas, algunas en representación de sus colectivos profesionales, tienen más que merecidos estos reconocimientos. Para esas fechas guardamos muchas cosas. Y llegarán.
RESPONSABILIDAD. Porque en estos tiempos que nos toca vivir, la mayor valentía es obedecer las normas. Quedarse en casa todo lo posible. Mantener protegidos a los abuelos, a las personas más vulnerables, muchas veces privándoles de lo más precioso para ellas o para nosotros: el contacto físico, la posibilidad de abrazar o sentir a sus hijos y nietos. Y esto es también HEROICIDAD.
Finalmente, LEALTAD. A Su Majestad El Rey D. Felipe VI, ofreciéndole todo nuestro respeto y apoyo en estos difíciles momentos, en este duro invierno.
Quiero felicitarle por su Discurso Navideño, Majestad. Porque, más que batir un récord histórico de audiencia televisiva con el mismo, lo que señaló fue un camino, difícil pero necesario, al recordarnos que: "...los principios morales y éticos obligan a todos sin excepciones y están por encima de cualquier consideración, de la naturaleza que sea, incluso de las personales o familiares". En estas frases va implícita la regeneración que la sociedad necesita, para recuperar su equilibrio y alejarse de las polarizaciones que surgen naturalmente cuando algo se aparta de su esencia, del recto proceder de acuerdo a su naturaleza. Gracias, Majestad.
Por último, concluyo como empecé con una llamada a la esperanza. Porque vislumbramos el principio del fin de esta epidemia. Porque, ojalá, prontamente todo lo que nos ha afligido sea tan solo un recuerdo. Porque después de la noche, siempre llega la mañana.
Feliz y próspero Año Nuevo 2021.¡Ánimo y adelante!
En la Sede Capitular de Cartagena, a 27 de diciembre de 2020, Festividad del Discípulo Amado de Cristo.
Frey Juan Aurelio Bernal y Ruiz.
Comendador Mayor
El Comendador Mayor de la Orden de Santa María de España, Frey Juan Aurelio Bernal y Ruiz, con el Gran Canciller de la Orden, Frey Manuel Francisco Mota y Cadenas
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